Publicado en el diario Granada Hoy
[...] la calidad del Ensemble NeoArs Sonora fue muy elevada.[...]
Antonio Jesús Cruz estuvo brillante como solista en la Toccata de Juan Alfonso García, una obra sumamente interesante, plagada de golpes de efecto y repeticiones recurrentes que creaban un continuum fascinantememente hipnótico. [...] Un irónico final con un acorde tonal arrancó aplausos de un público encantado con su interpretación.
Atsuko Neiirishi, violinista, fue la siguiente solista del día. [...] la violinista, que destacó por su perfección técnica en complicadísimos pasajes de dobles cuerdas, bariolages y armónicos extremos.
El ensemble inicial cogió de nuevo el relevo para ejecutar los Episodios de Jesús Torres, destacando por su absoluta sincronización en tempo y matices.
[...] cerrando entre merecidos aplausos este concierto con factura contemporánea, un elemento cada vez más recurrente en la programación del Festival.
La música contemporánea raras veces admite medias tintas: o bien produce una fascinación absoluta, o bien un rechazo frontal. La imagen del público del concierto de ayer, incluido en las programaciones de Festival y Fex, fue un reflejo de esta dicotomía. Filas enteras huyeron despavoridas entre obra y obra, pero los que se quedaron hasta el final resultaron ser uno de los públicos más entregados con los que se pueda contar. No es para menos, ya que la calidad del Ensemble NeoArs Sonora fue muy elevada. El concierto patrocinado por la Diputación, se incluía dentro del ciclo de conciertos conmemorativos del centenario del nacimiento de José Guerrero. Desarrollado en un ambiente intimista proporcionado por el cerramiento de la habitualmente sala B del Auditorio Manuel de Falla, el ensemble se alternó con dos números solistas en un concierto de cinco obras con sabor a contemporaneidad pura, complementado con las proyecciones pictóricas ideadas para la ocasión, obra del artista Manuel Ángel Morales.
El ensemble, formado por flauta (Juan Carlos Chornet), violín (Marc Paquín), violonchelo (Kathleen Balfe), clarinete (Ildefonso Moreno), y piano (Antonio Jesús Cruz) comenzó con la Música para contemplar la evolución de una ola a cámara lenta de César Camarero, de sonoridad sutil y ritmo pausado.
Antonio Jesús Cruz estuvo brillante como solista en la Toccata de Juan Alfonso García, una obra sumamente interesante, plagada de golpes de efecto y repeticiones recurrentes que creaban un continuum fascinantememente hipnótico. Con cromatismos y escalas de cinco o seis sonidos como elemento recurrente y pedales infinitas sustentadas en profundos bajos, el piano quedó completamente explotado en todos sus registros. Un irónico final con un acorde tonal arrancó aplausos de un público encantado con su interpretación.
Atsuko Neiirishi, violinista, fue la siguiente solista del día. Tras echar un buen rato en colocar una larguísima partitura a lo largo de cuatro atriles que no estaban situados donde ella esperaba, comenzó Zayin VI, obra de Francisco Guerrero. Subidas y bajadas de volumen con glissandos recordaban al vuelo de un molesto mosquito. Un juego continuo con la afinación inexacta del violín provocaba una especie de trance musical dentro del cual se hallaba la violinista, que destacó por su perfección técnica en complicadísimos pasajes de dobles cuerdas, bariolages y armónicos extremos.
El ensemble inicial cogió de nuevo el relevo para ejecutar los Episodios de Jesús Torres, destacando por su absoluta sincronización en tempo y matices. Ex pluribus naturis de Carlos Satué cerró el recital. Para esta obra contaron con la marimba de Noelia Arco. Los diferentes instrumentos se alternaban y se unían creando interesantes combinaciones de timbres, y jugando con el sonido de los diferentes agentes para acabar con un elegante disminuendo del flautín, cerrando entre merecidos aplausos este concierto con factura contemporánea, un elemento cada vez más recurrente en la programación del Festival.